Cada cuento de Cortázar que leíamos
nos llevaba a un viaje sin retorno por
su literatura, y se nos hizo costumbre todos los días leer algún relato,
disfrutarlo y dibujarlo. Pensamos con los chicos de Quinto grado que podíamos trabajarlo con
los alumnos de Primero y así lo hicimos.
Para nuestra sorpresa descubrimos que la inocencia y la pureza de los más
chiquitos nos enriquecían y nos aportaba
otras perspectivas.
Presenta su narrativa en orden
diferente, obsesionado por la materia recurriendo a la física: “nada se pierde,
todo se transforma”, sumido en un momento onírico, el momento de los sueños.
Aquí se ponen en marcha juegos de
palabras y de imaginación, la realidad y la fantasía se
entremezclan y el lector es inexorablemente llevado a sumergirse en sus sueños,
vivencias, deseos, en los que la astronomía ocupa un lugar especial.
En Prosa del Observatorio, el autor nos
transporta a los Observatorios de Jaipur
y Nueva Delhi, que encarnan la voluntad
del hombre en un doble aspecto: se alzan por un lado como monumentos a la
ciencia que busca explicar los misterios
del cielo y por el otro, esas construcciones magníficas y artísticas
se constituyen en un lugar de encuentro, el lugar de apertura.
El observatorio es una herramienta o
artefacto de la noche, como un brazo del hombre que también le sirve para
investigar. Sus curvas lo abren al cielo como un ojo que no sólo es testigo,
sino también conciencia pensante del universo. También nace a la noche y se
mueve danzando con la luz, se vuelve la extensión del hombre, es el espejo del mundo. A través de la mirada
humana Jai Singh, el sultán, es una figura solitaria, sirve a la ciencia que
conserva la magia original y el encanto por el descubrimiento. Arquitecto y
matemático, desea atisbar otra imagen del mundo.
En el relato De la
Simetría Interplanetaria donde el narrador es el protagonista de este
relato. Viaja al planeta Foros y su estadía es de tres semanas. Mediante señas
universales, se entera o descubre las diversas costumbres del lugar. Saca como
conclusión, basándose en su experiencia vital, que el actuar de estos
extraterrestres tienen gran similitud con las “épocas terrestres en que se
gestaban las religiones definitivas”. La intertextualidad se produce entre la
figura de Illi y la de Jesús.
Trabajamos también Curso de Oceanografía cuyo escenario es el de la Luna. El relato se
refiere a los ríos, mares, corrientes, cuencas, océanos y estuarios del
satélite (al que llama por su antiguo nombre Selene), a los selenitas (antiguos habitantes) y a la
envidia y el acto desleal de la Tierra.
Existe una relación lírica con la
mitología griega donde Selene es la
Diosa de la Luna, Endimión es el
nieto de Zeus y Astarte (una antigua divinidad cananea) es la exaltación de la
belleza. Presenta un pasado glorioso en el que la Luna era la joya del Sistema
Solar.
Selene poseía en su espalda de azúcar un
océano que surcaba su cuerpo y daba hogar a los selenitas, entes de apariencia
similar a los delfines, seres de corazón y hábitos bondadosos. La Tierra roba
su océano, su belleza y con ella la vitalidad de los selenitas que se extinguen
en la Luna.
La vida en la Tierra comienza luego de ese
hurto. Con la muerte de los selenitas se da la evolución al estilo darwinista y
luego de millones de años los delfines, seres alguna vez lunares, vuelven a
surcar los mares, y saltan huérfanos buscando a su verdadera madre, aquel satélite que desde entonces, orbita
desnudo e intenta recuperar lo que le pertenece.
Nos transportamos a la Isla al Mediodía que es un relato en dos planos paralelos. El
primero que conocemos como realidad. La realidad mundana, aburrida y sofocante.
La segunda es la imaginación del protagonista del relato.
Estos dos planos se mezclan, dejando al
lector sin comprender qué es lo real y qué es parte de la imaginación.
El narrador de esta historia nos cuenta
que el protagonista era capaz ver detalles que no eran accesibles al resto de la
gente. Se lo podría identificar con una persona que trabaja en un avión y que al ver la isla se obsesiona con
ella y quiere conocerla.
Podríamos pensar que el protagonista
cumplió su deseo, pero también que en realidad seguía viajando en el avión y
podía ver los detalles de la isla porque el avión estaba a punto de
estrellarse.
La infancia está presente en la obra de
Cortázar con el Discurso del Oso. Al parecer los osos habitan las cañerías, la
explicación de esos misteriosos ruidos que por las noches agitan a quiénes
pretenden dormir en sus camas. Extraña y tierna metáfora surgida de la realidad
cotidiana y prosaica. Si los caños se ocultan
en las paredes, un oso puede habitarlos y contemplar desde allí el mundo
de las personas. La realidad no es sólo lo que queremos ver, hay grietas que
podemos descubrir o dejarnos descubrir por ellas.
El oso es ágil, curioso, alegre, resbala
por los caños, sube y baja, desafía las leyes de gravedad. En un juego de
misterio y sensualidad contempla con paradójica lástima a esos seres tan torpes
y grandes que no pueden andar por los caños. Nos contagia la alegría que
experimenta al nadar en la cisterna
salpicada de estrellas o cuando sube por la chimenea a contemplar la Luna
bailando en el cielo estrellado.
Es un relato que al jugar entre lo real y lo que no lo es, entre
lo que es y lo que parece, destaca la solitaria vida de los humanos, lo
extraños que son y el deseo del oso de regalarles el afecto perdido.
Los límites de la realidad y la fantasía
se chocan y hay un aura de extrañamiento que envuelve la atmosfera. Es
maravillosa la descripción que realiza
el autor: “(…) era un sueño que empezaba
aquí, mirando la Luna Llena sobre los cañaverales negros oyendo las ranas (…)
siguiendo el vago sendero hasta llegar al río. Una soledad con la Luna trepada
en el cielo (…).
Con mis alumnos de Quinto
grado del Normal N° 1 trabajé algunos cuentos cortos de Cortázar. No sólo
disfrutaron la escucha de los relatos sino que también se sintieron partícipes
de las vivencias del autor y pudieron expresarse en forma estética. En los
relatos también buscaron palabras o frases que tuvieran relación con el cielo.
Trabajamos la lectura teniendo en cuenta el vocabulario y las metáforas usadas
por el autor.
Subsanamos dificultades de interpretación
mediante una lectura grupal y posterior debate, logrando así comprender todas
las palabras nuevas, ampliando el vocabulario y plasmando luego en forma plástica lo que el autor nos hizo
sentir.
Los alumnos de quinto grado re narraron
“Limpiadores de Estrellas” y “Discurso del Oso” a sus compañeros de Primero con
un vocabulario acorde a la edad y luego ellos plasmaron a través del arte lo que sintieron al
escuchar los relatos. Este trabajo nos
introdujo en el universo de un escritor y en su mirada particularmente poética acerca de diversos fenómenos celestes.
Ciro
decía: “Cuando Cynthia leyó los cuentos, me sentí como en una película de ciencia ficción”.
Con
Julio Cortázar, descubrimos su
forma de escribir y de cómo nos hace participar de lo que él siente, buceamos
en palabras o frases que nos hacían
pensar o sentir el cielo. Por ejemplo, descubrimos que a la Luna la llama
Selene, que es un satélite, cuya cara
opuesta es su espalda dulcísima, y que la
personifica como una Mujer (Breve Curso de Oceanografía). Como dijo
Alim “Sentí que la Tierra y la Luna
estaban vivas”.
Con el relato Limpiadores de estrellas, nos referimos a las estrellas, al cielo, y
al brillo, lo que nos condujo a trabajar
el significado del concepto de “magnitud”, a conversar acerca los colores de las estrellas y cómo los humanos las vemos desde la Tierra. Otros temas que surgieron al trabajar con
este relato fue la mención de las obras de un
escritor como Julio Verne, y de científicos del pasado
como Copérnico y Galileo, al que relacionaron con el Telescopio, el
concepto nova (estrella nueva) y de
observatorio astronómico.
Alim decía: “Me
gustó que a partir de una caja de la ferretería, Cortázar pudiera hacer un gran invento o un gran
relato”.
Logramos emocionarnos, pudimos disfrutar
de la escucha y la lectura de los cuentos de Cortázar, los dibujamos, y así
despertó nuestra imaginación dormida. Unimos la literatura con la ciencia y el
arte, poniendo en relieve nuestros
sentimientos y deseos más profundos. La tarea nos trasportó al mundo de los
Limpiadores de Estrellas, donde sentimos que lográbamos tocarlas y pensar de una forma diferente por un instante.
Para finalizar coincido con Cortázar en
“que cada uno de nosotros ve el mundo de una
manera distinta, que siempre se está entre dos cosas que parecen perfectamente
delimitadas y en realidad hay intersticios
por los que se cuela algún elemento que no puede explicarse con la lógica, con la inteligencia o el
razonamiento”