domingo, 1 de mayo de 2016

Cielos de Cortazar

      Cada cuento de Cortázar que leíamos nos  llevaba a un viaje sin retorno por su literatura, y se nos hizo costumbre todos los días leer algún relato, disfrutarlo y dibujarlo. Pensamos con los chicos  de Quinto grado que podíamos trabajarlo con los alumnos de Primero y así lo  hicimos. Para nuestra sorpresa descubrimos que la inocencia y la pureza de los más chiquitos nos enriquecían  y nos aportaba otras perspectivas.    
       Presenta su narrativa en orden diferente, obsesionado por la materia recurriendo a la física: “nada se pierde, todo se transforma”, sumido en un momento onírico, el momento de los sueños.
     Aquí se ponen en marcha juegos de palabras  y  de imaginación, la realidad y la fantasía se entremezclan y el lector es inexorablemente llevado a sumergirse en sus sueños, vivencias, deseos, en los que  la astronomía ocupa un lugar especial.
     En  Prosa del Observatorio, el autor nos transporta a  los Observatorios de Jaipur y Nueva Delhi, que  encarnan la voluntad del hombre en un doble aspecto: se alzan por un lado como monumentos a la ciencia  que busca explicar los misterios del cielo  y por el otro,  esas construcciones magníficas y artísticas se constituyen en un lugar de encuentro, el lugar de apertura.
     El observatorio es una herramienta o artefacto de la noche, como un brazo del hombre que también le sirve para investigar. Sus curvas lo abren al cielo como un ojo que no sólo es testigo, sino también conciencia pensante del universo. También nace a la noche y se mueve danzando con la luz, se vuelve la extensión del hombre,  es el espejo del mundo. A través de la mirada humana Jai Singh, el sultán, es una figura solitaria, sirve a la ciencia que conserva la magia original y el encanto por el descubrimiento. Arquitecto y matemático, desea atisbar otra imagen del mundo.
      En el relato  De la Simetría Interplanetaria donde el narrador es el protagonista de este relato. Viaja al planeta Foros y su estadía es de tres semanas. Mediante señas universales, se entera o descubre las diversas costumbres del lugar. Saca como conclusión, basándose en su experiencia vital, que el actuar de estos extraterrestres tienen gran similitud con las “épocas terrestres en que se gestaban las religiones definitivas”. La intertextualidad se produce entre la figura de Illi y la  de Jesús.
     Trabajamos también Curso de Oceanografía cuyo escenario es el de la Luna. El relato se refiere a los ríos, mares, corrientes, cuencas, océanos y estuarios del satélite (al que llama por su antiguo nombre Selene), a  los selenitas (antiguos habitantes) y a la envidia y el acto desleal de la Tierra.
     Existe una relación lírica con la mitología  griega donde  Selene es la  Diosa de la Luna, Endimión  es el nieto de Zeus y Astarte (una antigua divinidad cananea) es la exaltación de la belleza. Presenta un pasado glorioso en el que la Luna era la joya del Sistema Solar.
     Selene poseía en su espalda de azúcar un océano que surcaba su cuerpo y daba hogar a los selenitas, entes de apariencia similar a los delfines, seres de corazón y hábitos bondadosos. La Tierra roba su océano, su belleza y con ella la vitalidad de los selenitas que se extinguen en la Luna.
     La vida en la Tierra comienza luego de ese hurto. Con la muerte de los selenitas se da la evolución al estilo darwinista y luego de millones de años los delfines, seres alguna vez lunares, vuelven a surcar los mares, y saltan huérfanos buscando a su verdadera madre,  aquel satélite que desde entonces, orbita desnudo e intenta recuperar lo que le pertenece.
     Nos transportamos a la Isla al Mediodía  que es un relato en dos planos paralelos. El primero que conocemos como realidad. La realidad mundana, aburrida y sofocante. La segunda es la imaginación del protagonista del relato.
     Estos dos planos se mezclan, dejando al lector sin comprender qué es lo real y qué es parte de la imaginación.
     El narrador de esta historia nos cuenta que el protagonista era capaz ver detalles que no eran accesibles al resto de la gente. Se lo podría identificar con una persona que trabaja en un  avión y que al ver la isla se obsesiona con ella y quiere conocerla.
     Podríamos pensar que el protagonista cumplió su deseo, pero también que en realidad seguía viajando en el avión y podía ver los detalles de la isla porque el avión estaba a punto de estrellarse.
     La infancia está presente en la obra de Cortázar con el   Discurso del Oso. Al parecer los osos habitan las cañerías, la explicación de esos misteriosos ruidos que por las noches agitan a quiénes pretenden dormir en sus camas. Extraña y tierna metáfora surgida de la realidad cotidiana y prosaica. Si los caños se ocultan  en las paredes, un oso puede habitarlos y contemplar desde allí el mundo de las personas. La realidad no es sólo lo que queremos ver, hay grietas que podemos descubrir o dejarnos descubrir por ellas.
     El oso es ágil, curioso, alegre, resbala por los caños, sube y baja, desafía las leyes de gravedad. En un juego de misterio y sensualidad contempla con paradójica lástima a esos seres tan torpes y grandes que no pueden andar por los caños. Nos contagia la alegría que experimenta al  nadar en la cisterna salpicada de estrellas o cuando sube por la chimenea a contemplar la Luna bailando en el cielo estrellado.
     Es un relato que al  jugar entre lo real y lo que no lo es, entre lo que es y lo que parece, destaca la solitaria vida de los humanos, lo extraños que son y el deseo del oso de regalarles el afecto perdido.
     Los límites de la realidad y la fantasía se chocan y hay un aura de extrañamiento que envuelve la atmosfera. Es maravillosa la descripción  que realiza el autor: “(…) era un sueño que empezaba aquí, mirando la Luna Llena sobre los cañaverales negros oyendo las ranas (…) siguiendo el vago sendero hasta llegar al río. Una soledad con la Luna trepada en el cielo (…).
     Con mis alumnos de Quinto grado del Normal N° 1 trabajé algunos cuentos cortos de Cortázar. No sólo disfrutaron la escucha de los relatos sino que también se sintieron partícipes de las vivencias del autor y pudieron expresarse en forma estética. En los relatos también buscaron palabras o frases que tuvieran relación con el cielo. Trabajamos la lectura teniendo en cuenta el vocabulario y las metáforas usadas por el autor.
 Subsanamos dificultades de interpretación mediante una lectura grupal y posterior debate, logrando así comprender todas las palabras nuevas, ampliando el vocabulario y plasmando luego  en forma plástica lo que el autor nos hizo sentir.
     Los alumnos de quinto grado re narraron “Limpiadores de Estrellas” y “Discurso del Oso” a sus compañeros de Primero con un vocabulario acorde a la edad y luego ellos plasmaron  a través del arte lo que sintieron al escuchar los relatos.  Este trabajo nos introdujo en el universo de un escritor y en su mirada particularmente poética  acerca de diversos fenómenos celestes.
      Ciro decía: “Cuando Cynthia leyó los cuentos, me sentí como  en una película de  ciencia ficción”.
      Con  Julio Cortázar,  descubrimos su forma de escribir y de cómo nos hace participar de lo que él siente, buceamos en  palabras o frases que nos hacían pensar o sentir el cielo. Por ejemplo, descubrimos que a la Luna la llama Selene,  que es un satélite, cuya cara opuesta es su espalda dulcísima, y que la  personifica como una Mujer (Breve Curso de Oceanografía). Como dijo Alim  “Sentí que la Tierra y la Luna estaban vivas”.
     Con el relato Limpiadores de estrellas,  nos referimos a las estrellas, al cielo, y al  brillo, lo que nos condujo a trabajar el  significado  del concepto de  “magnitud”, a conversar acerca  los colores de las estrellas y  cómo los humanos las vemos desde la Tierra.  Otros temas que surgieron al trabajar con este relato fue la mención de las obras de un  escritor como Julio Verne, y de científicos del  pasado  como Copérnico y  Galileo, al  que relacionaron con el Telescopio, el concepto  nova (estrella nueva) y de observatorio astronómico.
      Alim decía: “Me gustó que a partir de una caja de la ferretería, Cortázar  pudiera hacer un gran invento o un gran relato”.
      Logramos emocionarnos, pudimos disfrutar de la escucha y la lectura de los cuentos de Cortázar, los dibujamos, y así despertó nuestra imaginación dormida. Unimos la literatura con la ciencia y el arte, poniendo en relieve  nuestros sentimientos y deseos más profundos. La tarea nos trasportó al mundo de los Limpiadores de Estrellas, donde sentimos que lográbamos  tocarlas y pensar  de una forma diferente por un instante.
        Para finalizar coincido con Cortázar en  “que cada uno de nosotros ve el mundo de una manera distinta, que siempre se está entre dos cosas que parecen perfectamente delimitadas y en realidad hay intersticios  por los que se cuela algún elemento que no puede explicarse  con la lógica, con la inteligencia o el razonamiento”

                                             Cynthia Elías    ( Septiembre 2014 )     

No hay comentarios:

Publicar un comentario